domingo, diciembre 03, 2006

Michelangelo I




La Piedad

Como la Virgen estaba mirando a su hijo,
todos los que contemplasen la estatua
tendrían que contemplar el rostro maternal
para ver en él la tristeza, la compasión
hacia todos los hijos de la humanidad,
preguntándose con tierna desesperación:
“¿Qué podría haber hecho yo por Él?”
Y desde lo más profundo de su amor:
“¿A que fin ha servido todo esto si el hombre no puede ser salvado?



Irving Stone
La Agonía y el Éxtasis.
Vida de Migel Angel.
Editorial emecé
Muchas gracias al autor de las fotos, a Irving Stone
y al Michelangelo,
claro.

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